Capítulo I:
Historias de amor, historias de amor; son los típicos cuentos en los que la
perfección de los personajes y del paisaje se hace presente, de los que se
espera mucho, pero a la vez tan poco, de esos que sabes cómo termina con tan
solo ver la portada.
Toda una vida soñando encontrar al príncipe azul, a la princesa, al hada
madrina, a los siete enanos, o tal vez a un inútil sapo; pensando en que con un
beso de amor verdadero tu vida cobraba sentido, te casabas y vivías feliz por
siempre.
La infancia es solo una etapa, una etapa en la que muchos se esconden,
en donde viven sus sueños y donde quieren estar. Pero por suerte, otros,
maduran, comienzan a relacionar el final feliz con la realidad, y ahí es cuando
se dan cuenta de que los estafaron durante años, siempre creyendo que la vida
misma era un lecho de rosas y que para nada necesitabas esfuerzo.
Mi pregunta es, ¿la culpa es de la realidad, o nuestra por creer en lo
que nos enseñaron?
En fin, esto les sirve para darse cuenta de que no soy ese tipo de
persona positiva, más bien soy pesimista.
Sin embargo, tengo un amigo muy distinto a mí, él es el tierno, el
inteligente, el nene bueno, etc. Si, se lo que están pensando, los opuestos se
atraen, y este es el caso; puede que opinemos distinto, tengamos distintas
maneras de ver el mundo, pero siempre entre nosotros, existirá un lazo
irrompible, el lazo de plata.
Él es tan... Tan... No se cómo explicarlo, es una persona maravillosa,
es el quien cuando estoy triste me anima, me contiene y me apoya. Es tan buena
persona, tan considerado y tierno; y yo, tan orgullosa y ortiva, distintas
realidades que se juntan y forman una relación de confianza, contención e
igualdad.
Claro, con 18 años, tienes la suficiente madurez para decidir qué
persona serás, para elegir tu camino de una vez por todas, o al menos, eso es
lo que dicen; sin embargo, yo creo que las personas cambian constantemente, por
distintas razones, siempre estamos cambiando, la personalidad, los gustos, la
parte física; nada se queda como es, simplemente todo "evoluciona".
James emprende en el día de hoy un gran viaje, lleno de preguntas, en
busca de respuestas, en forma de
experiencia; en fin, sé que lo voy a echar de menos, pero no es algo que yo
decida, la cosa viene por el lado de sus padres, se mudan a Inglaterra, la
ciudad de los lujos, de los ricos.
Sin embargo, esto no es un adiós, sino un hasta luego; estoy casi segura
que lo voy a volver a ver, que sus consejos siempre me acompañaran, y que el
siempre vivirá en mí.
A pesar de esto, no estoy completamente sola, siempre puedo contar con
Ayelén y Fiamma, sé que ellas siempre estarán para mí como yo para ellas, y
aunque nuestra amistad no sea tan intensa como la mía con James, me
tendré que acostumbrar, sé que no me dejaran caer.
Cambiando de tema, hace una semana conocí a un chico, creo que su nombre
es Logan; es muy simpático, dulce y lindo, nos estamos conociendo, me parece
muy buena persona, pero cuando estoy con Logan y nombro a James, aparecen los
celos.
Claro que no espero enamorarme, porque no creo en el amor, pero con
probar no pierdo nada, ¿no?
Tal vez con el tiempo el sentimiento aparezca, después de todo, es
cuestión de tiempo.
Por cierto, mi nombre es Martha y este es mi diario.
Doce años después.
Doce años sin escribir, el tiempo pasa.
Había olvidado este viejo cuaderno, mientras revolvía las cajas de
recuerdos, lo vi, lo leí y al final reí.
Es impresionante como cambio mi vida desde la última vez que vi este
diario; James seguía aquí, apenas conocía a Logan, tenía solo 18 años.
Es mejor ponerlos al tanto, de no ser así, no entenderían nada; en estos
doce años:
Una vez que mi amigo partió, quede destrozada, dolida. Por ese entonces,
mi relación con Ayelén y Fiamma no era muy cercana, más que amigas éramos
conocidas. Pero después de eso, nos volvimos más cercanas, hoy en día somos
inseparables.
¿Y qué paso con mis amigos? Ayelén es una gran periodista, esta soltera
y tiene una hija, Mía.
Fiamma está felizmente casada, y tiene dos lindos hijos.
La partida de James ocasiono grandes cambios en todos, pero
principalmente en él, comenzó a beber, a acostarse con cualquiera y dejo de
lado sus pasadas creencias del amor, esa era su única prioridad, pero ahora
nada es como antes, y tengo que acostumbrarme a la idea. Sin embargo, cuando murieron
sus padres, todo se "arreglo", porque hasta ese entonces era
mantenido, y cuando esto paso, tuvo que dejar de malgastar su tiempo y hacerse
cargo de la empresa familiar.
En cuanto a
mí, tiempo después de haber terminado la universidad, me uní en sagrado
matrimonio con Logan, un año después di a luz un hermoso varoncito que
bautizamos con el nombre “Máximo”.
La noticia me
sorprendió, y hasta me asusto; para ser sincera, no me lo esperaba, pero desde
que me advirtieron llevaba a esa pequeña criaturita en mi vientre, mi vida
cambió.
Mi trabajo me
impide cuidar a mi niño, por ello, con nosotros vive una Nana. Ella es quien se
ocupa de todo lo relacionado con el hogar, es una muchacha joven, de buen
físico, de cara ruborizada y excelente personalidad. Sin embargo, eso me
perturba, no es que desconfíe de ella, lo que pasa es que estando mi marido en
la casa, y siendo consciente de que tipo de personalidad tiene, hay veces que
pienso que me es infiel con la mucama, es solo una suposición, pero esta misma
me aterra.
Debo confesar
que mi marido me asusta, no precisamente por el hecho que su amor no me sea
correspondido, más bien le temo a los resultados que traen un par de copas en
un momento inoportuno.
Si, sin
pensarlo me case con un alcohólico, con una mala persona; más precisamente con
un hombre, ¿Por qué? Porque todos los hombres te prometen tratarte como a una
princesa, pero una vez que caes en su trampa, la promesa se rompe.
No sé qué tan
bajo caí, como pude dejar que me pisotearan
y que también me golpearan; me equivoque y lo reconozco, pero esta historia no
se puede cambiar, tengo que saber, de una vez por todas, que mi cuento no tiene
un final feliz.
No creo en las
historias felices, ¿será por qué mi historia me marco y ahora veo el tema con
repugnancia?
Es que el realidad
todos piensan diferente, depende la manera que los haya marcado la vida; si en
tu historia la amistad te marco de marera inesperada, cuando veas dos personas
compartiendo momentos, risas y recuerdos; lo más probable es que por fuera
rías, pero por dentro llores, desconfíes y temas.
Pero por un momento,
hay que entender a esas personas, ponerte en su lugar, llegar a comprender que
si está feliz, debemos dejar que lo siga siendo, no meterse en el medio y
arruinar su vida, porque por lo general, queriendo advertir, lastimamos.
En fin, ese fue el
resumen de mi vida, ahora comienza una nueva etapa, un nuevo comienzo.
Capitulo II:
Todavía no se las
razones que se ocultan tras mí "Te amo", tal vez sea miedo, ira o rencor.
Y, si, es raro pensar que de sentimientos tan oscuros surja un Te amo de mis
labios. Extrañas razones que me impulsan a continuar. Por momentos pienso que
estoy haciendo algo malo, pero luego, lo vuelvo a pensar, claro, de distinta
perspectiva, y mi conclusión cambia, quizás hago todo esto para proteger a mi
hijo.
Hoy por la tarde me
dirigí a la casa de mi amiga Ayelén, y en el transcurso me cruce con Fiamma,
quien me comunico que James estaba pasando por un momento difícil, y que
necesitaba ayuda; el chico me estaba
preocupando, así que seguí mi camino y lo llame en casa de mi amiga.
Lo único que me dijo
fue que la compañía estaba en quiebras y que además estaba algo vulnerable;
trate de calmarlo diciéndole que todo iba a estar bien, solamente tenía que
dejar actuar al destino; pero el, furioso, cortó la conversación.
La preocupación
aumentaba, no sabía que era capaz de hacer, porque si su estado recibía la
ayuda del alcohol, las consecuencias serían terribles.
Una vez en mi casa,
lo llamé; se disculpó y me explico bien lo que había pasado, mantuvimos la
conversación aproximadamente 15 minutos, pero luego llegó mi marido, y me vi
obligada a cortar.
Se puso furioso, me
comenzó a pegar; yo le rogaba que pare, me estaba lastimando mucho y no se daba
cuenta, necesitaba descargar su rabia con migo.
Cada vez que me ve
con otro hombre, se vuelve una bestia, se convierte en otra persona.
En fin, prefiero
callar y no ser golpeada, antes que hablar y ser maltratada.
Una vez más, estuve
de visita por el barrio de mi amiga, ahí recordé los buenos tiempos juntas,
cuando después de un largo día de clases, nos despegábamos del uniforme y
salíamos a recorrer nuestro pueblo querido; esos, eran buenos tiempos.
Con un buen abrigo
de paño y una delicada chalina, caminaba por esas calles que tan buenos
recuerdos me brindaban. Caminaba y caminaba, siempre sin un rumbo fijo, los
pensamientos recorrían mi mente, siempre pensando en soluciones, nunca en
distracciones.
Un poco de tiempo
para mí, en estas circunstancias eso es lo ideal, un sueño cumplido.
Después de un largo
paseo estaba de regreso a mi hogar; tenía que buscar a Máximo del jardín, si no
me apuraba llegaría tarde.
Me precipite a
buscar mi bolso, metí las llaves, y fui directamente al jardín.
Recogí a mi niño,
puse en marcha el auto y volvimos a casa.
Al llegar, fije mi
atención en el ambiente; por la calma y el silencio presente, deduje que Logan
no se encontraba allí.
El día pasó rápido,
mi marido estuvo fuera de casa, supuestamente por viajes de negocio, pero yo ya
no sé qué creer; lo que me importa es que estaba de buen humor, y aunque lo
quiera ocultar, si él está feliz, yo lo estoy.
Paso una semana,
nada interesante en el transcurso.
Un viernes por la
tarde, decidí salir, tomar un descanso del trabajo y disfrutar de la hermosa
ciudad de Londres.
Me estacioné en un
café; su apariencia brindaba la típica sensación de dulzura hogareña, era
justamente lo que necesitaba, Sin salir de la realidad, disfrute de mi tiempo
libre.
De vuelta a la
oficina, recibí un mensaje informando que tenía el resto del día, libre.
Luego de esto,
decidí pasar el resto del tiempo con mi hijo, sin pensarlo, di la vuelta y me
dirigí a mi casa.
Abrí la puerta, y al
entrar, me llevé la sorpresa del día.
Capitulo III:
-¡Logan! Como… ¿Cómo
pudiste hacerme esto?- Después de esas palabras, mis ojos comenzaron a derramar
lágrimas, intente contenerlas pero me fue en vano. – Eres un estúpido…
-Espera Martha, por
favor déjame explicarte.- Dijo perturbado; su mirada transmitía confusión, no
se concretamente como explicarlo, era una mezcla de sensaciones.
-¿Que explicación
puedes darme?- La empleada te obligo a que tengan sexo. Fui una inútil, ¿Cómo
no me lo vi venir?- Después de esto,
salí corriendo en busaca de mi hijo, necesitaba analizar lo sucedido, y la
mejor forma era huir de ahí.
Tomé a Máximo en mis
brazos, cogí unos bolsos que contenían ropa, y sin pensarlo, me fui.
Me encontraba
manejando, sin rumbo fijo; no me importaba mi trabajo, ni nada por el estilo,
lo único que me preocupaba era huir.
Aun no lo podía
creer, mi marido me había sido infiel, todo este tiempo gozaba de acostarse con
otra mujer.
Me lo vi venir, yo
estaba segura que nada es para siempre, como en este caso, el matrimonio.
Esto mismo es unir
tu alma con la de tu media naranja, con la persona que tú crees que es la
correcta, la que te va a amar para toda la vida, la que NUNCA te va a ser
infiel. Pero en realidad, el matrimonio es ensamblarte materialmente a una
persona; porque si realmente quieres/amas a alguien, lo mejor que se puede
hacer es demostrarlo, sin embargo, a todos nos engañaron diciéndonos que
solamente estando casados lográbamos la saciedad de amar, por así decirlo.
Debía ir a algún
lugar, ocultarme, descansar y reflexionar.
Eran cerca de las 05
Pm. Cuando recibí una llamada:
-Hola, ¿Martha?
-Sí, ¿Quién habla?
-Soy James, ¿estas
ocupada?
-No, para nada.
-¡Qué bueno!,
necesito un consejo.
-Sabes, tengo un par
de días libre, ¿puedo ir a visitarte?
-Claro, ¡me
encantaría!
-Está bien. Estoy en
camino
- Oye, te noto rara,
¿paso algo?
- Larga historia,
¡adiós!
-Chau, cuídate.
Fin de la
conversación.
La solución
perfecta, pasar un par de días con James. Estoy segura que una buena charla con
mi amigo traerá buenos resultados, hace mucho que no lo veo, casi 3 años, tenemos
que ponernos al día.
Un par de horas más
y llegábamos, para ser precisa, unas 4 horas.
Logan llamaba y
llamaba, yo solo ignoraba el teléfono y miraba hacia el frente, a veces cantaba
canciones para que Maxi no llorara y otras, simplemente el silencio merodeaba.
Y pasaron las cuatro
horas, no sabía exactamente la dirección, así que llame a mi amigo y le
consulte.
No me dijo el nombre
de la calle ni el número de apartamento, sino que me fue guiando poco a poco,
hasta que llegue.
Reconocí perfectamente
el barrio, esas preciosas casas que tan delicado aspecto llevaban, parecía que
todas estaban perfectamente diseñadas para llamar la atención del extranjero,
para que las envidien y las deseen, estrategias de venta que hacen que juzgues
solamente por la apariencia sin siquiera importar la sensación; es decir, tan
amuebladas y perfectas, las presentan como a casas de muñecas y por seguir la
rabieta te vacían la billetera.
A lo lejos note a un
hombre que esperaba con flores en sus brazos en la entrada de un apartamento,
al ir acercándome descubrí que ese hombre era James, mi amigo. ¡Qué cambiado
estaba!
Al llegar, estacioné
el auto y me bajé; me recibió con un gran abrazo y un tierno “Te extrañé, me
hiciste mucha falta”. Ignore completamente que mi hijo estaba dentro del auto,
por cierto, James no sabía que el existía; decidí esperar unos pocos segundos, quería que se emocionara, no que se
infartara.
Poco a poco, fui
soltándome, por Dios, ¡como extrañaba sus caricias!
Me precipite a mi vehículo,
alce a Máximo y los presente. Pobre de mi amigo, al parecer la noticia le
afecto, su rostro tomo otra expresión, totalmente distinta a la primera.
Pronto nos pusimos al tanto, tuvimos una larga
conversación acerca de todo lo ocurrido en este largo tiempo separados.
Me sentí el plena
confianza con él, hasta llegue a mencionarle la clase de vida que llevaba
últimamente, le mostré los golpes presentes en mi cuerpo, frutos la violencia
familiar, y también admití que el amor de mi vida me era infiel. Apenas segundos pasaron para que rompiera en
llanto, pero él se anticipó y me arropo en sus brazos, seco mis lágrimas y me
susurro al oído:
“No te preocupes,
eso fue parte del pasado, de ahora en más, me tienes a mí. Prometo ser ese
hermano mayor que siempre te cela, ese padre sobreprotector que no deja que te
toquen ni un pelo, y ese esposo que te brinda confianza pase lo que pase. Te
quiero Martha, vos y tu niño son bienvenidos siempre”.
Luego de un lapso
superior a los 3 meses, recupere mi confianza y mi autoestima; recapacite y tome una decisión. Dejaría el
pasado en manos del presente, es decir, estaba dispuesta a olvidar el pasado y
comenzar de nuevo en otra ciudad, empezar de cero. Claro que si mi remota
historia se presentara en mi nueva vida, no la ignoraría, la volvería a
analizar.
Deje mi trabajo, a
mis amigas, todo lo perdí. Pero a pesar de esto, no me rendí, busque un nuevo
trabajo, y alquile una habitación de una bella posada, no era justamente lo que
se dice “cómoda”, pero si seguía ahorrando, quizás en el futuro compraría algo
mejor, por el momento eso era más de lo que necesitaba.
De a poco me fui
adaptando, debo admitir que hay momentos en los que extraño mucho a Logan, sus caricias, sus besos, su TODO. Pero al rato se me pasa,
cuando recuerdo lo que me hizo, el amor y la lástima se van de repente y dejan
en su lugar a la ira y el rencor.
Capitulo IV:
Martha, Martha, que patética
que sos o más bien, que eras.
Y sí, me cansaste, tanto
que hablabas de amor, lecciones de amor A MI. Seguramente no te dabas cuenta
que yo sufría, que realmente te amaba; tampoco ponías demasiado empeño en
notarlo, siempre pensando en Logan; ese estúpido que seguramente ni siquiera te
registraba, el que te había sido infiel, el que te pegaba. Debo confesar que
fue muy valiente, lo admiro, pero a la vez lo odio; tú te tendrías que haber
casado con migo, de ser así, nada de esto hubiese pasado; pero por otro lado,
logró que confundas tus sentimientos, del amor pasabas al odio; y eso a mí, me
divertía.
Si, debo admitir que
me gustaba mucho verte sufrir, ver como lentamente te retorcías en el dolor que
te producían tus sentimientos era la mejor parte. Soy un psicópata, lo admito;
es más, debo haberte matado de una manera más despiadada, más cruel e
increíble, pero solo te fusile, como a un animalito un cazador. Tú, haciéndolas tareas del hogar, ni te
imaginabas el triste y cruel final que te esperaba; Y bueno, no toda historia
recibe un final feliz, hay veces que las personas no se lo merecen, como por
ejemplo, en tu caso.
Tras haber cometido
el crimen, hui lo más rápido que pude, claro, sin dejar ninguna huella, pues de
la persona que menos sospecharían seria de mí, tu mejor amigo.
Tu querido marido
estaba muy preocupado buscándote, al parecer, sentía cosas fuertes por ti, o en
el más extraño de los casos solo querría llevarse a Máximo.
Ah, tu pequeño, tuve
intensiones de matarlo, pero mi grado de frialdad, todavía no alcanzaba ese
nivel; pero quédate tranquila, eso solo es cuestión de tiempo.
En fin, tras la
noticia de la búsqueda de Logan, decidí llamarlo; le di tu dirección y le dije
que lo estabas esperando, por supuesto, en sujeto anónimo.
Planee todo, el llegaría, vería el arma fuera
de tu casa, lo tomaría, y al entrar se llevaría la sorpresa del año. Minutos después
llegaría la policía, debido a otro aviso anónimo realizado por mí. Y así, por
falta de pistas, lo arrestarían. Y así
paso, este es el verdadero final de tu historia, triste y a la vez realista.
“Estamos
acostumbrados a que todo final es un final feliz, o que nada termina, algo
nuevo comienza. Es tiempo de ver la realidad amigos, antes de que venga
alguien, y no sé, LOS MATE”.
Firmado, James Clarke.
Autora: Micaela Gon - 3er Año - 2013